Testimonio.

Testimonio.

Xavier:

Hace un momento que comentaba de nuestros sueños y nuestra realidad, yo antes de los 20 años de edad logré mi primer sueño, que fue cuando estaba metido en el mundo de las drogas y logré dejarlas por mí mismo, alejarme de ellas a los 19 años, viví un tiempo en Estados Unidos y tuve que irme de allí por el grado en que ya estaba involucrado en ellas.

A los 22 años de edad logré mi segundo sueño en el mundo de los negocios, fui el primer entrenador de delfines y focas hombre en la República Mexicana, y para los 22 años de edad ya había logrado mi sueño que era ser dueño de un delfinario, el gobierno me había concedido una concesión de cien años y tenía garantizado mi futuro por el resto de mi vida, y a los 25 años de edad me iba a poder jubilar si quería.

Pues habiendo logrado mis sueños, estaba a punto de casarme también, no con Darlene quien ahora es mi esposa, sino con otra persona, me di cuenta que no había nada ni en el mundo alto de los negocios, ni en el mundo bajo de las drogas, sino que me hacía falta algo, y alguien me compartió acerca de Jesucristo, que Él quería tomar mi vida, cambiarla, y a los 22 años de edad (se me enchina el cuerpo cuando me acuerdo todavía) el 1ro de junio, a las doce de la noche, hace 47 años, le entregué mi vida a Jesucristo, y mi vida cambió radicalmente, me empecé a dedicar a lo que hago hoy, no lo considero una profesión, lo considero un privilegio, he escrito cinco libros, pintado no se cuántas pinturas, pero más que nada he podido afectar la vida de miles y miles de personas, digo miles porque he llegado a estar aquí en México ante sesenta mil personas, he viajado a diferentes países dando conferencias junto con mi esposa, y hoy en día ya no tengo sueños, solamente realidades: lo que Dios quiere en mi vida y que no puedo hacerlo sin la ayuda de Él, solo puedo lograrlo por medio de Él y el apoyo de Su Espíritu y Su dirección y mi esposa.

Darlene:

Yo fui lo opuesto, yo no sabía lo que quería, entonces, cuando me presentaron a Cristo cuando tenía 19 años dije: “a ver”; yo se que Dios habló conmigo y acepté a Cristo cuando tenía 19 años, y de allí cambió mi vida, mis sueños trataban de Él y lo que Él quería para mí, y pues ya puedo decir que Él ha hecho todo en mi vida, hasta puedo vivir con mi esposo.

Lo que Dios hace con la gente completamente opuesta, Dios hace Su voluntad y lo que Él quiere en cada uno de nosotros. Gracias a Dios, cuando hay lo que sea en mi vida, corro a Él, Él es mi Dios y Él es tu Dios también.